El Museo Reina Sofía dedica una gran retrospectiva a una de las figuras más innovadoras y transgresoras de las vanguardias españolas, Maruja Mallo, reivindicando su papel fundamental en la historia del arte del siglo XX y su influencia en la creación contemporánea

El Museo Reina Sofía inaugura el próximo 8 de octubre la exposición “Maruja Mallo. Máscara y compás”, que podrá visitarse hasta el 16 de marzo de 2026 en el edificio Sabatini, planta 1. Esta muestra retrospectiva, organizada junto con la Fundación Botín, donde previamente se ha expuesto, ofrece un recorrido amplio por la producción artística de Maruja Mallo (Viveiro, Lugo, 1902 – Madrid, 1995), figura fundamental de la Generación del 27.
La exposición se estructura de modo cronológico siguiendo sus series pictóricas, dibujos y archivos personales, con la intención de trazar la evolución de su lenguaje estético desde los primeros años de realismo mágico y referencias surrealistas hasta sus configuraciones geométricas y fantásticas más tardías. Se subraya también su interés por integrar escritura, pensamiento y vida artística: sus textos, estudios de archivo y una maqueta para una ópera-ballet nunca representada participan en el relato expositivo.
La comisaria del proyecto es Patricia Molins, del Departamento de Exposiciones del museo. Bajo su dirección, la muestra pone especial atención a temas clave: la máscara y la sombra como alter ego de la figura humana, la tensión entre lo popular y lo vanguardista, y una visión del mundo donde arte, ciencia y mitología confluyen.
Esta será una de las exposiciones más relevantes de la temporada: reúne cerca de 80 pinturas, además de dibujos, escritos, documentos y vídeos que exploran tanto la ejecución artística como las ideas de la creadora. Se han integrado préstamos de instituciones nacionales e internacionales, así como fondos del archivo Lafuente recientemente adquiridos, con el fin de mostrar facetas menos conocidas de su obra cósmica más tardía.
Algunas de las obras que integran la muestra son Sorpresa del trigo (1936), procedente de una colección privada, y dos obras emblemáticas pertenecientes a los fondos del Museo Reina Sofía: Tierra y excrementos (1932) y Antro de fósiles (1932), ambas pertenecientes a su serie de madurez en la que Mallo exploró la tensión entre lo orgánico y lo urbano. Estas pinturas permiten apreciar la evolución de su lenguaje desde el surrealismo y el realismo mágico hacia una visión más simbólica y estructurada, donde naturaleza, materia y geometría se entrelazan en una poética personal de gran potencia visual.

El director del museo, Manuel Segade, ha destacado la importancia de esta exposición dentro de la nueva programación del Reina Sofía, concebida para revisar el papel de las mujeres artistas en la modernidad española y dar mayor visibilidad a figuras históricamente relegadas como Maruja Mallo. Tras décadas de invisibilidad institucional, esta muestra representa una reivindicación de su legado y de su voz como mujer moderna, creadora y disidente.