La fotógrafa palestina Samar Abu Elouf gana el máximo galardón del certamen con una imagen que revela el impacto brutal de la guerra sobre la infancia gazatí.
La crudeza de la guerra y su devastador impacto sobre la infancia ha quedado retratada con la elección de la imagen de Samar Abu Elouf como Foto del Año en el prestigioso certamen World Press Photo 2025. La fotografía muestra a Mahmoud Ajjour, un niño de nueve años herido gravemente por un bombardeo israelí, en una sobria pero impactante, que denuncia el horror con una inmensa dignidad.
La escena fue capturada en junio de 2024 en Doha, Qatar. Mahmoud perdió ambos brazos en marzo de ese mismo año en un ataque aéreo israelí en la franja de Gaza. Posteriormente, fue evacuado junto a su familia a Doha, donde recibió atención médica. Actualmente, está aprendiendo a usar sus pies para escribir, jugar a juegos y abrir puertas. Para el resto de actividades cotidianas, necesita atención especial.
Tiene la mirada perdida, el rostro en calma y el cuerpo dañado, una imagen que condensa, en un solo instante, el precio inasumible que la población civil —especialmente los menores— paga en los conflictos armados. La imagen ha sido elogiada por su capacidad para transmitir el impacto generacional de la guerra y el trauma infantil con una dignidad silenciosa.
La fotógrafa Samar Abu Elouf, colaboradora de The New York Times, ya había documentado previamente la vida en Gaza bajo el bloqueo y las ofensivas militares. Abu Elouf, que también tuvo que evacuar Gaza, continuó documentando la violencia, enfocándose especialmente en las mujeres y niños heridos.
El jurado internacional del World Press Photo valoró la imagen por su sobriedad y poder narrativo. La directora ejecutiva de World Press Photo, Joumana El Zein Khoury, expresó que “es una foto silenciosa que habla en voz alta. Cuenta la historia de un niño, pero también la de una guerra más amplia que tendrá un impacto durante generaciones”.
La elección de esta fotografía como la más representativa del año ha reavivado el debate sobre el papel del fotoperiodismo en zonas de conflicto, así como la visibilización de las víctimas civiles, muchas veces reducidas a estadísticas. La organización World Press Photo también subrayó la dificultad creciente para acceder y trabajar en zonas como Gaza, donde los periodistas enfrentan amenazas, desplazamientos forzados y censura.
Junto a la imagen ganadora, el certamen ha premiado otros trabajos que documentan el cambio climático, las migraciones y la resistencia frente a regímenes autoritarios, consolidando el papel del fotoperiodismo como testimonio crítico del presente.
La imagen de Abu Elouf no necesita palabras: su crudeza, contenida y devastadora, interpela directamente al espectador. Es un grito silencioso que exige memoria, justicia y humanidad.