Un nuevo hallazgo arqueológico en uno de sus foros romanos más importantes ha vuelto a poner a Roma en el centro del interés histórico y cultural internacional

El pasado 21 de junio, el alcalde de la ciudad de Roma anunciaba por sus redes sociales el hallazgo de una gran cabeza de mármol. Un equipo de arqueólogos descubrió esta colosal cabeza de mármol blanco durante unas excavaciones en el Foro de Trajano, uno de los complejos monumentales más emblemáticos de la antigua Roma, concretamente en la Vía Alessandrina.
La escultura, de tamaño mayor al natural, representa la cabeza de una figura masculina, de espesa cabellera y expresión serena pero intensa. Algunos rasgos conservados, como la nariz recta y los ojos almendrados, sugieren que podría tratarse de una figura de alto rango, posiblemente imperial, o una deidad. Sin embargo, su identidad sigue siendo un misterio.
La pieza ha sido hallada en el contexto de una intervención arqueológica iniciada por la Superintendencia Capitolina el pasado noviembre, previa a unas obras de consolidación estructural. La escultura ha sido descubierta de forma inesperada por los operarios que trabajaban en la zona. La cabeza estaría vinculada a un armazón al que se conoce como Porticus Trisigmentata, una estructura monumental hecha con columnas monolíticas que alcanzaban hasta los doce metros de altura.
El hallazgo ha sido descrito como de “gran importancia arqueológica”, no solo por su monumentalidad, sino también por el contexto en el que fue encontrado. El Foro de Trajano, construido a comienzos del siglo II bajo el mandato del emperador que le da nombre, fue una de las obras más grandiosas de Roma, símbolo de su poder y expansión. Descubrimientos como este permiten seguir reconstruyendo su historia y comprender mejor las transformaciones urbanas que sufrió la ciudad en los siglos posteriores.

La cabeza de mármol será sometida a un proceso de limpieza, restauración e investigación. Se espera que pueda ser expuesta al público tras ser completado su estudio, formando parte de un programa de visitas guiadas junto al resto de descubrimientos que puedan surgir de estas excavaciones. De momento, la pieza alimenta la fascinación por la Roma antigua y añade una nueva incógnita al vasto puzle arqueológico de la ciudad eterna.
Mientras tanto, los investigadores continúan analizando la escultura en busca de pistas que permitan esclarecer su origen, su función original y la identidad del personaje representado. Un descubrimiento que, aunque rodeado de preguntas, refuerza una certeza: Roma sigue guardando secretos milenarios bajo sus piedras. Tal y como ha dicho el alcalde de la ciudad, “Una cosa es cierta: Roma sigue brindándonos emociones únicas, que nos conectan con el pasado y nos proyectan hacia el futuro con aún más orgullo”.