El Museo Nacional del Prado ha incorporado a su colección una obra del pintor catalán Ramón Casas por primera vez en su historia. La pieza, titulada Retrato de Pablo Bosch, ha sido donada por la Comisión Siglo XIX de la Fundación de Amigos del Museo del Prado, en un esfuerzo por enriquecer el acervo artístico del museo con piezas clave del arte español del siglo XIX.

Un artista fundamental del modernismo catalán
Ramón Casas i Carbó (1866-1932) fue una de las figuras más representativas del modernismo catalán. Pintor, ilustrador y cartelista, destacó por su maestría en el retrato y por su capacidad para capturar la vida urbana y bohemia de su época. Junto con Santiago Rusiñol y otros artistas, fue un protagonista de la renovación artística que se gestó en Cataluña a finales del siglo XIX y principios del XX. También fue un observador de la sociedad de su tiempo, retratando con aguda mirada tanto a las élites como a los sectores más populares.
Casas estudió en Barcelona y París, donde absorbió influencias del impresionismo y del realismo, aplicándolas a su propio estilo. En la capital francesa entró en contacto con los ambientes intelectuales y artísticos más innovadores, lo que influyó en su obra, caracterizada por un dominio magistral del dibujo y una pincelada suelta y expresiva. Su producción incluye retratos de la alta sociedad, escenas costumbristas y obras de cartelería publicitaria que hoy son iconos del arte modernista. Entre sus cuadros más conocidos, se encuentran Retrato de Júlia Peraire, musa y pareja del artista, El garrote vil, una impactante representación de una ejecución pública, y Ramon Casas y Pere Romeu en un tándem, en la que el pintor se autorretrata junto a su amigo y socio en el célebre café modernista Els Quatre Gats.
Casas también tuvo una faceta como ilustrador y cartelista, contribuyendo a la expansión del modernismo más allá de la pintura. Sus carteles publicitarios, con un estilo elegante y estilizado, lo convirtieron en uno de los artistas más influyentes en la estética de la época.
La importancia de Pablo Bosch en la historia del Prado
El retratado en la obra donada, Pablo Bosch, fue un financiero y coleccionista con un papel clave en la historia del Museo del Prado. Como vocal del Real Patronato y miembro activo en la consolidación del museo, Bosch se destacó por su generosidad como mecenas. Su labor fue crucial en la ampliación y mejora de la pinacoteca, contribuyendo con importantes adquisiciones que enriquecieron la colección del Prado. A su fallecimiento, legó al museo una valiosa colección de alrededor de 300 pinturas de los siglos XV al XVIII, entre las que se incluyen obras maestras del arte español y europeo.

La inclusión de esta pintura en las colecciones del Prado representa un hito, ya que hasta ahora el museo no contaba con obras de Ramón Casas. La donación permite así ampliar la visión sobre el arte español del siglo XIX y destacar la importancia de artistas modernistas más allá de los circuitos catalanes. La obra de Casas aporta una mirada más moderna y cosmopolita a la colección del museo, reflejando la influencia del modernismo y su conexión con las tendencias artísticas europeas de la época.
Con esta incorporación, el Museo del Prado da un paso más en la diversificación de su colección y en el reconocimiento de figuras clave del arte español de la modernidad. La obra se podrá contemplar próximamente en las salas dedicadas al siglo XIX, ofreciendo al público la oportunidad de acercarse al talento de Ramón Casas en el contexto de la gran pinacoteca nacional. Esta donación no solo incrementa el valor del acervo del Prado, sino que también reivindica la importancia de Ramón Casas en la historia del arte español y su papel en la evolución de la pintura moderna.