Un hallazgo arqueológico en los Países Bajos ha sacado a la luz una pieza nunca vista: una lámpara de aceite romana del siglo II, decorada con una máscara teatral, descubierta en una necrópolis de Cuijk y considerada única en el país por su extraordinaria ornamentación

En la provincia de Brabante Septentrional, un descubrimiento arqueológico está arrojando nueva luz sobre la presencia romana en los Países Bajos. Se trata de una lámpara de aceite de unos 1.800 años de antigüedad, hallada en la localidad de Cuijk, que sorprende por su excepcional decoración en forma de máscara teatral. El objeto, datado en el siglo II d.C., ha sido calificado como único en el país por su rareza y su magnífico estado de conservación.
La lámpara fue localizada durante una excavación llevada a cabo desde junio en un área correspondiente a la necrópolis romana de Ceuclum, a orillas del río Mosa, nombre con el que se conocía en época romana a la actual Cuijk. El hallazgo se produjo junto a varias tumbas, en un contexto funerario que ha revelado hasta ahora más de setenta enterramientos.
Lo que hace especial a la pieza es su ornamentación: una máscara de rasgos expresivos, con ojos y boca bien definidos, cejas marcadas y cabello rizado. La boca servía como orificio para rellenar de aceite la lámpara. En la parte superior se aprecian motivos vegetales que podrían representar hojas. El diseño recuerda a las máscaras utilizadas en el teatro clásico, lo que abre la posibilidad de que represente a un personaje de comedia, un sátiro o incluso al dios Baco, aunque los investigadores aún debaten esta interpretación.
La lámpara se hallaba acompañada de un rico ajuar funerario: platos, jarras, un cuenco de vidrio, una copa y un cuenco de bronce, en consonancia con las prácticas romanas de depositar objetos para acompañar al difunto en su tránsito al más allá. Este contexto refuerza la idea de que el objeto tenía no solo un valor utilitario, sino también un fuerte simbolismo ritual y religioso.

La necrópolis de Ceuclum, que ocupa unas seis hectáreas, está revelando abundante información sobre la vida y la muerte en esta zona fronteriza del Imperio romano. Según el arqueólogo Johan van Kampen, esta lámpara es uno de los hallazgos más significativos de los últimos años, tanto por su rareza en los Países Bajos como por lo que aporta a la comprensión de las creencias y costumbres funerarias en la región.
Aunque se conocen otras lámparas romanas en el país, ninguna posee una decoración tan elaborada. La pieza plantea, además, interrogantes sobre su origen: no está claro si fue fabricada localmente o si llegó como importación desde otro punto del imperio. En cualquier caso, el hallazgo confirma el grado de integración cultural de Ceuclum en las dinámicas artísticas y religiosas romanas.