El cantautor extremeño Pablo Guerrero, autor del emblemático himno A cántaros y una de las voces más singulares de la canción de autor en España, ha fallecido en Madrid a los 78 años

El cantautor y poeta extremeño Pablo Guerrero falleció el pasado martes 30 de septiembre en Madrid a los 78 años, víctima de un cáncer de pulmón contra el que llevaba tiempo luchando. La noticia, confirmada por su entorno familiar, ha conmocionado al mundo de la cultura, que pierde a una de las figuras esenciales de la canción de autor en España.
Nacido en Esparragosa de Lares (Badajoz) en 1946, Guerrero se trasladó en su juventud a Madrid, donde se formó como maestro y comenzó a componer sus primeras canciones. Desde finales de los años sesenta residía en la capital, concretamente en el barrio conocido como Ciudad de los Poetas, un espacio que se convirtió en el escenario vital de buena parte de su obra.
Su carrera artística estuvo marcada por la fusión entre música y poesía. Con una voz íntima y serena, construyó un estilo personal que bebía tanto de las raíces extremeñas como de influencias del folk norteamericano, el flamenco, el jazz o la experimentación vanguardista. Su discografía fue evolucionando hacia sonidos cada vez más abiertos, incorporando ritmos africanos y nuevas sonoridades sin perder nunca el lirismo de sus letras.
El gran salto a la notoriedad llegó en 1972 con la publicación de A cántaros. La canción que daba título al disco se convirtió en un himno de la Transición, un canto a la libertad y a la esperanza en un país todavía marcado por la dictadura. Versos como “tiene que llover, tiene que llover a cántaros” pasaron a formar parte de la memoria colectiva y siguen siendo recordados como símbolo de resistencia y deseo de cambio.
A lo largo de su trayectoria, ha sido ganador de varios premios y homenajes. Algunos de los más destacados son el premio a la mejor letra en el Festival de Benidorm en 1969 con Amapolas y espigas, la Medalla de Extremadura en el 2000, el Premio Goya – junto a Luz Casal – a la mejor canción original por Tu bosque animado de la película de animación El bosque animado en 2001, o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2022.
Más allá de aquel éxito, Guerrero nunca buscó el camino fácil de la fama. Se mantuvo fiel a una trayectoria coherente y honesta, combinando la creación musical con la poesía escrita. Publicó libros de poemas que reforzaban su condición de artista integral, comprometido con la palabra en todas sus formas.

La noticia de su fallecimiento ha generado un aluvión de homenajes. La presidenta de Extremadura, María Guardiola, destacó en un emotivo mensaje el vínculo del cantautor con su tierra natal. El músico Ismael Serrano lo definió como “un artista imprescindible”, y desde la SGAE se subrayó la pérdida de “un músico sin ataduras, poeta a cántaros”. También numerosos periodistas, escritores y seguidores han recordado en redes sociales la importancia de su legado.