martes, octubre 21, 2025
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Descubren en Teba un dolmen de 5.000 años con ajuares de marfil y ámbar en excepcional estado de conservación

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El monumento funerario, de 13 metros de longitud y perteneciente al III milenio a.C., se perfila como uno de los dólmenes mejor conservados de Andalucía y revela contactos a larga distancia de las comunidades prehistóricas

Un hallazgo excepcional en la localidad malagueña de Teba está llamado a convertirse en una de las referencias más importantes del megalitismo andaluz. Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Cádiz, dirigidos por los doctores Eduardo Vijande y Serafín Becerra, del grupo de investigación Thalassa (HUM-1127), ha sacado a la luz un dolmen de unos 5.000 años de antigüedad, fechado en el III milenio a.C., que alcanza los 13 metros de longitud y presenta un estado de conservación inusual.

Según los investigadores, este monumento funerario se perfila como uno de los mejor conservados de la región y aporta información de gran valor sobre las comunidades prehistóricas que habitaron la zona, concretamente, sobre las prácticas funerarias y las redes de intercambio en el sur peninsular durante esta época. Becerra señala que “podemos estar hablando de uno de los dólmenes más monumentales y completos de toda Andalucía”.

El dolmen forma parte de la necrópolis de La Lentejuela y ha sido identificado como el Dolmen I del conjunto. Su hallazgo ha sorprendido por la monumentalidad de la estructura, construida con grandes ortostatos de piedra que se mantienen en pie a pesar del paso de los milenios. La cámara funeraria conserva restos humanos y ajuares que revelan conexiones culturales de gran alcance. Entre los objetos recuperados se encuentran piezas de marfil, cuentas de ámbar, elementos de conchas marinas y útiles de sílex.

Estos materiales, en su gran mayoría, no son autóctonos. Esto, sumado a la presencia de conchas en zona interior, demuestra la amplitud de las redes de intercambio en las que participaban estas comunidades. El profesor Juan Jesús Cantillo, miembro del equipo de arqueólogos, ha marcado el valor de los hallazgos: “la presencia de conchas marinas en un territorio de interior refleja la importancia del mar como elemento de prestigio y la existencia de redes de intercambio a larga distancia”.

Este trabajo arqueológico, que se lleva a cabo desde hace cuatro campañas, se encasilla dentro del proyecto “Monumentalidad, tiempo y sociedad”, con la autorización de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, el apoyo de la Junta de Andalucía, la Fundación Palarq y la Universidad de Cádiz, y la financiación del ayuntamiento de Teba. La conjunción de monumentalidad, conservación y riqueza de los ajuares refuerza el valor del dolmen de Teba en el marco de la investigación prehistórica andaluza.