martes, octubre 21, 2025
InicioActualidadCuatro detenidos tras el robo, venta y fundición de un brazalete faraónico...

Cuatro detenidos tras el robo, venta y fundición de un brazalete faraónico de 3.000 años

-

Un brazalete faraónico de 3.000 años, guardado en el Museo Egipcio de El Cairo, ha pasado, en cuestión de días, de ser un tesoro egipcio a convertirse en lingotes de oro tras un audaz robo que ya ha dejado cuatro detenidos

El Ministerio del Interior de Egipto ha confirmado la detención de cuatro personas implicadas en el robo de un brazalete de oro de 3.000 años de antigüedad perteneciente al faraón Amenemope. La pieza, custodiada en el Museo Egipcio de El Cairo, fue sustraída, vendida en el mercado negro y, finalmente, fundida, lo que ha provocado una fuerte conmoción tanto en el país como en la comunidad internacional.

El brazalete, elaborado en oro con una cuenta de lapislázuli, se encontraba en el laboratorio de restauración del museo, guardado en una caja fuerte metálica. Según las investigaciones, el pasado 9 de septiembre una restauradora del museo aprovechó su turno para extraerlo. El robo no fue detectado hasta días más tarde, durante un inventario previo a la preparación de la exposición internacional “Tesoros de los Faraones”, que iba a inaugurarse en Roma el próximo mes.

La investigación policial reconstruyó rápidamente la ruta de la joya. La restauradora habría entregado el brazalete a un comerciante de plata de El Cairo, quien lo revendió por 180.000 libras egipcias, unos 3.700 dólares. Posteriormente, el comprador lo entregó a un joyero que lo adquirió por 194.000 libras (cerca de 4.000 dólares). Finalmente, la pieza fue llevada a un fundidor que la destruyó junto con otras joyas de oro, borrando así, de manera irreversible, su forma original.

Los cuatro sospechosos —la restauradora y tres cómplices— fueron arrestados y confesaron su implicación en el delito, y las autoridades incautaron el dinero de la transacción. La legislación egipcia prevé penas severas para este tipo de delitos: cadena perpetua y multas millonarias en casos de contrabando, además de hasta siete años de cárcel por dañar piezas arqueológicas.

El brazalete formaba parte de los tesoros hallados en Tanis, en el delta oriental del Nilo, en las excavaciones de la tumba del faraón Psusenes I, y estaba atribuido al reinado de Amenemope (993-984 a.C.), uno de los gobernantes de la dinastía XXI. El caso se produce en un momento especialmente sensible: Egipto prepara la inauguración oficial del Gran Museo Egipcio (GEM) en Giza, prevista para el 1 de noviembre de 2025. La desaparición y destrucción del brazalete ha puesto en alerta a las autoridades culturales, que ya han reforzado los controles en aeropuertos, puertos y fronteras para evitar que otros objetos patrimoniales salgan ilegalmente del país.