Un local común en el casco antiguo de Gdansk escondía bajo su suelo una tumba esculpida en piedra caliza con la figura de un caballero medieval

Un descubrimiento arqueológico sin precedentes ha sorprendido al mundo académico: bajo lo que durante más de 60 años fue la heladería «Miś», en el cruce de las calles Sukiennicza y Grodzka, se ha encontrado la tumba de un caballero medieval.
Los dueños querían trasladar la heladería y vender el terreno. Pero, antes de demolerlo para construir una nueva edificación, contó con la supervisión arqueológica reglamentada. La excavación, en curso desde 2023 por el equipo de ArcheoSan, reveló un conjunto funerario excepcional: una losa de caliza importada de la isla de Gotland —una isla sueca—, tallada con la figura de un caballero en armadura completa, espada y escudo, y, tras retirarla, un esqueleto casi intacto de un hombre de aproximadamente 40 años de edad y una altura aproximada de 1,70 m.
El presidente del Consejo Provincial para la Protección del Patrimonio en Gdansk consignó la datación entre los siglos XIII y XIV, correspondientes a los momentos en los que la ciudad estuvo bajo dominio de la Orden Teutónica, aunque también cabe la posibilidad de que el caballero sirviera a algún gobernante de la dinastía Sobieslaw o de alguna casa alemana.
Si bien la losa funeraria ha sufrido desgaste, los rasgos del escudo y los detalles del caballero permanecen reconocibles. No se ha encontrado ajuar funerario, pero se hallaron fragmentos de cota de malla en botas y calzas, lo que refuerza la hipótesis del estatus elevado del individuo, así como la exclusividad del material en el que está hecha la tumba.
Este enterramiento forma parte de un cementerio medieval de hasta 300 tumbas vinculadas a la iglesia más antigua de Gdansk, de planta de cruz griega, construida originalmente en madera en torno al año 1140. De los sepulcros excavados, solo ocho presentaban lápidas pétreas, y esta tumba ha sido catalogada como la más elaborada y simbólica del conjunto.

Sylwia Kurzyńska, arqueóloga responsable del proyecto junto a Monika Kasprzak, ha descrito el hallazgo como “uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes en Polonia en los últimos años”. Los restos óseos y la lápida han sido trasladados al Museo Arqueológico de Gdansk, donde ya se llevan a cabo trabajos de conservación, digitalización 3D y estudios antropológicos y genéticos. Se espera que un análisis más profundo arroje luz sobre su origen, estilo de vida y posible reconstrucción facial.
La presencia de este monumento funerario tallado de manera tan detallada sugiere que el individuo enterrado tenía un estatus social destacado. A diferencia de la mayoría de las tumbas contemporáneas, esta losa representa una figura completa en relieve—a pesar de la fragilidad de la caliza—, lo que refuerza la hipótesis de un comitente adinerado o miembro de la élite militar regional.